Por: Andrés Campo Uribe, cedido a Herencia Latina
Juan Zacarías Pacheco Kinipping, mejor conocido como Johnny Pacheco, nació en Santiago de los Caballeros, República Dominicana el 25 de marzo de 1935.
Su madre Octavia, era una maestra de ascendencia alemana, y su padre Rafael Azarías Pacheco, un sastre que estaba considerado el mejor clarinetista dominicano, y quien dirigía la Orquesta Santa Cecilia, la número uno por esa época.
El joven Johnny siempre visitaba la estación de radio local Nueva HB, y cuando la banda tocaba nunca perdía la oportunidad para escucharlos. Pronto estaba sentado en una pequeña silla, al lado de la sección de vientos, pasándole orgulloso las partituras a los integrantes de la banda.
Un día de reyes su padre le regaló una harmónica y a los siete años ya Johnny tocaba Compadre Pedro Juan, un merengue compuesto por el pianista de la banda, Luis Alberti, y grabado también por ellos.
Más tarde la familia se residencia en Santo Domingo, donde su madre Doña Octavia solía escuchar novelas radiadas desde Cuba, dejando la radio encendida el resto del día. Por esos tiempos, Radio Progreso y Radio Mambí pasaban canciones de Arcaño y sus Maravillas, Orquesta Ideal, El Sexteto Habanero y Arsenio Rodríguez, las cuales fueron escuchados cuidadosamente por Johnny, quien de esta manera absorbe mucha de las influencias musicales que marcarían su estilo.
En 1946, cuando Johnny contaba con once años de edad, su familia se traslada a la ciudad de Nueva York donde ingresa a la escuela Pública en el Bronx, en un vecindario en el que se sentía como en la guerra de Corea. “Había cinco de nosotros, una hermana y cuatro hermanos, teníamos que pelear para sobrevivir. Existían pequeñas pandillas en la calle. Una vez que veían que no eras una gallina, te volvías parte de ellas”, comenta Johnny. Pero Johnny se mantuvo fuera de ellas, debido a su fascinación por la música. En la escuela aprendió a tocar el clarinete y el saxofón, y jugaba stick ball.
Ya en la secundaria, y siguiendo los pasos de uno de sus hermanos que era Ingeniero Eléctrico, Johnny aprendió tecnología eléctrica.
En 1953, Johnny tocaba percusión y cantaba en conjunto del pianista Gil Suárez, donde también Louie Ramírez ejecutaba el vibráfono.
Por 1954, mientras estudiaba en la Bronx Vocational High School. fundó una banda de mambos denominada The Chuchulecos Boys, en la cual tocaban Eddie Palmieri, piano, Barry Rogers, trombón acompañados también de Al Santiago, Mike Collazo y Ray Santos entre otros. Barry, que estudiaba para ser mecánico automotriz pronto siguió el ejemplo de Johnny, y se convirtió en músico de tiempo completo, continuando el trabajo en carros como hobbie. Por esa época el mambo estaba de moda, y la más grande canción del grupo fue su versión de Dragnet mambo, grabada por Machito para el sello Seeco ese mismo año. Su instrumentación consistía en saxo alto, trombón, piano, bajo y una sección de ritmos. Tocaban en bodas y actos sociales, y sus miembros eran como una familia, pero Eddie siempre llegaba tarde, así que un día Johnny tuvo que reemplazarlo. Fue una decisión dolorosa.
Posteriormente Johnny continuó con sus estudios en el Brooklyn Tech, donde sobresalió en todos los cursos. Mientras, continuaba haciendo pequeñas presentaciones con su banda, hasta obtener el grado. Pero recibió una gran desilusión cuando empezó a tener trabajos en el campo tecnológico, todo lo que podía ganar eran $ 35 dólares a la semana, previo del pago de impuestos.
Un día Luis Quintero lo llamó y le preguntó “¿sigues tocando el acordeón?, vamos a tocar en Villa Pérez y te daremos $ 95 dólares al final de la semana, más cuarto y tiquete. Esta cantidad de dinero le interesó mucho, así que, sin dudarlo, dejó sus herramientas de ingeniero y se convirtió en músico, sin volver atrás.
Después empezó a trabajar como percusionista. Su amigo Willie Rodríguez tocaba la batería con la Orquesta de Paul Whiteman, la gran orquesta número uno en Nueva York. “Pienso que él me llamó porque era el único que tocaba bongó y conga y que podía leer música”. Cuando necesitaban a un percusionista latino, me llamaban, así que participé en el Show de Steve Allen y en el Show de Johnny Carson.
Cuando Johnny empezó a tocar percusión los cencerros no estaban disponibles comercialmente, por eso los timbaleros de Nueva York empezaron a localizar en las carreras de caballos, si había cencerros colgando del cuello de los caballos para quitárselos. “Yo recuerdo una vez un caballo que tenía uno colgando en el cuello e intenté cortarlo. El jinete vino y me dio una paliza, me atraparon con la evidencia, pero era una hermosa campana”. Por ese tiempo intentó construir un par de congas, para lo cual fabricó la parte de madera y contrató a alguien que trabajaba en un proyecto para la Fuerza Aérea, para que le elaborara la parte de metal. Un día, mientras lo visitaba encontró una pieza metálica en el piso y Johnny, instintivamente la recogió y la golpeó, produciendo un sonido que hizo eco en su oído. “Jesucristo, tengo que hacer un cencerro”, entonces produjo y vendió un buen número de estos cencerros.
En 1955, Johnny se integra al grupo The Mambaleros, quinteto de Lou Pérez, conformado por Nick Conti, piano; Johnny Grasso, saxo tenor y flauta; Cece García, vocalista; Lou Pérez, percusión y Johnny Pacheco en las congas. Debutan en el club Blue Haven de Queens.
Pasado algún tiempo se incorpora a algunas grandes orquestas como la de Tito Puente en calidad de percusionista, Xavier Cugat y en la de Dioris Valladares como conguero.
En Octubre de 1958, Johnny actuaba con la orquesta de Valladares en el Monte Carlo, ubicado en la calle 137 y Broadway, donde alternaban con el quinteto de Charlie Palmieri. Allí Charlie lo escucha practicar la flauta en los intermedios y se le presenta. En poco tiempo, Johnny se une como baterista al grupo de Palmieri, participando en la grabación para el sello Gone, del álbum” Easy Does It” donde ejecuta la conga y bongoes.
Para ésa época Fajardo y sus Estrellas se presentaron en una función política para el Senador John F. Kennedy, en el Waldorf Astoria de New York, y su show impactó a los amantes de la música latina y pavimentando el camino para la locura de la charanga. Antes de finalizar el año, Mario Cora, el trompetista del grupo de Palmieri decide regresar a Puerto Rico para integrarse al combo de Cortijo, y Johnny comenzó a tocar los solos de flauta. Así nace La Duboney.
De igual manera en ese tiempo, los lazos económicos y culturales con Cuba se habían intensificado, así que el momento estaba maduro para que Charlie y Johnny comenzaran con su grupo de charanga. “Nosotros cambiamos completamente el sonido de la música latina neoyorkina porque la charanga era ejecutada con flautas y violines, dos voces al unísono y la sección rítmica; timbales, güiro y conga. Ese es el sonido típico cubano”.
En 1960, luego de haber grabado para el sello United Artist el primer álbum titulado Charanga, (WS Latino 4090), (reeditado en 1980 bajo el título Echoes Of An Era, por el sello WS Latino), Johnny y Charlie se dieron cuenta que sus gustos musicales eran diferentes. “Charlie era uno de los mejores pianistas de la música latina, era un gran arreglista, pero usualmente escribía muy sofisticado y a Pacheco le gustaba la cosa simple. Johnny entonces hacía los arreglos y escritos, Charlie no era un compositor. Cuando finalizaron la grabación, Charlie tenía su idea de charanga y Johnny la de él. Fue en ese momento cuando se separan”. Debido a que los miembros de la banda estaban muy unidos, decidieron en un “cara o sello” quien se quedaría con quien. Cuando terminaron, Charlie compró una botella de licor y celebraron.
Pacheco organizó su propia banda y empezó a comercializarla en la ciudad. Sin embargo nadie quería grabar al nuevo grupo, por lo que fue a un estudio y grabó un disco promocional que contenía los temas El güiro de Macorina y Óyeme mulata. Seguidamente pagó una visita a Rafael Font, un Deejay que amaba la charanga, suplicándole “¿coño puedes tocar esto para mí?”. A Font le encantó lo que escuchó y predijo el éxito. “No sabía que el público había inundado la emisora con llamadas tratando de averiguar dónde conseguir el disco. Se convirtió en un éxito instantáneo. Al Santiago tenía una tienda de discos y la gente fue el sábado a comprar esa cosa de la radio El güiro de Macorina. Al dijo ¿qué diablo es eso del güiro de Macorí?, nadie sabía quién lo había grabado, era sólo un promocional”. Ese domingo Johnny tocaba en un club llamado Los Tritones, localizado en el Bronx, y cuando Al Santiago entró la banda no había alcanzado su octavo tema y le dijo “quieres grabar hijo, te daré un contrato”. Santiago era el propietario del sello Alegre.
En este mismo año de 1960, Johnny Pacheco firmó para el sello Alegre, grabando de inmediato su primer álbum, bajo la producción de Al Santiago, titulado, la historia de la música latina hasta ese momento. “Si hubiera sabido que sería tanto el éxito, hubiera hecho el disco yo mismo, pero no tenía idea” se lamenta Pacheco. La banda para el disco, estaba conformada por Johnny Pacheco, líder y flauta; Julián Cabrera, congas y John Palomo, percusión; todos provenientes de la banda de Palmieri; Daniel González, Carlos Piantini y José “Chombo” Silva (2), violines; Héctor Pellot, piano; Víctor David Pérez, bajo; Manny Oquendo, percusión; Elliot Romero y Pedro Manuel “Rudy” Calzado, vocalistas.Pacheco Y Su Charanga (Alegre LPA-8010). El álbum contenía los temas La Melodía, Óyeme mulata y El tema de Pacheco, composiciones de Johnny; El Güiro de Macorina, el primer éxito como compositor y arreglista de Louie Ramírez; El agua del clavelito, de Miguel Ángel Pozo; El Chivo, de Vinicio González; Se fue para la luna, de Lou Pérez; La Malanga, de Rosendo Ruíz Jr.; y Soy de Batabano, Sabrosa como el guarapo y ¿Que le pasa a mí mamá?. En sólo seis meses se vendieron más de 100.000 copias del álbum, convirtiéndose en el de mayor venta en
En 1961, graba su segundo álbum para el sello Alegre, titulado, Pacheco Y Su Charanga, VOL II, (Alegre SLPA-8050). Para éste álbum, Pacheco incorpora dos nuevos violines, ejecutados por José Andreu, quien venía de la banda de Palmieri y Alberto Fajardo. El disco presentaba los temas Soy guapo de verdad, composición de Pacheco; Pare Cochero, tema del cubano Marcelino Guerra; Espíritu burlón, de Miguel Jorrín; Treinta kilos, de Héctor Rivera; Caramelos, de Roberto Puente; el bolero Triste muñeca, de Félix Reyna; En ti, en ti, bolero de Luis Demetrio; Que bueno está el ambiente; Compay André; y el tema de Rudy Calzado, Con su bataola.